En un día como este, debo aprovechar acompañado de este maravilloso fotograma extraido de la segunda secuencia de nuestro western, para agradecer a todos los miembros del equipo técnico y artístico de Y la muerte lo seguía. Todos y cada uno de ellos han pasado a ser algo más que compañeros, incluso que amigos... todos ellos son mi familia. Debo decir que no puedo sentirme más afortunado y orgulloso del trabajo que cada uno de ellos ha aportado en sus distintos departamentos, con el fin de que nuestro bebé pudiera ver la luz de la mejor forma posible, para arrancar ahora sus primeros pasos, que a buen seguro serán fructíferos y satisfactorio para todos, y como buenos padres, lloraremos, nos emocionaremos, nos sentiremos orgullosos, y por supuesto, nos llevaremos alguna decepción, que no será otra cosa que un largo y apasionante proceso de aprendizaje, en el que todos lo viviremos juntos, como lo que somos; una familia.
