Parece mentira, pero acabo de darme cuenta de que ya son más de 11 años los que llevo dirigiendo cortometrajes, dedicando mi vida, mi tiempo y pensamiento a todo lo relacionado con el séptimo arte.
Me hace muy feliz recordar cómo hace 11 años, aquel niño dirigía cortometrajes por el mero hecho de saciar sus inquietudes, divertirse y pasárselo bien, y descubrir cómo hoy en día el principal motivo que me mueve a seguir inmiscuyéndome en este difícil mundo no es otro que la diversión, el entretenimiento y la felicidad que ello me aporta.
Espero que siga siendo así por mucho tiempo.